lunes, 12 de agosto de 2013

Los caminos neuronales

Empecemos con un ejemplo:
             
 "¡Cuando era pequeño la cara que ponían mamá y papá cuando traía buenas notas me hacía sentir la persona más importante del mundo!, con el tiempo sigo persiguiendo el éxito para sentir que que soy importante y así que la gente me mire con admiración. Aunque cuando las cosas no salen como a mi me gustaría me siento el más fracasado y a veces siento que no valgo nada".

Las experiencias que vivimos impactan en nosotros de muchas maneras; una de ellas es en nuestro cerebro, a nivel neuronal, incluso aquéllas que no recordamos o que parece que nos han pasado desapercibidas. 

Cada experiencia hace que un determinado número de neuronas se unan formando una red neuronal que a su vez estará en conexión con otras miles de redes. Estas uniones se harán más resistentes y fuertes cuanto más se utilice esa red, es decir, con cada pensamiento, conducta o emoción que estemos experimentando en un momento dado estaremos reforzando un camino neuronal determinado y de esa manera haciéndolo más fuerte y más accesible para la próxima vez.





Podemos imaginarnos un jardín, en el que hay una zona de césped, con una hierba verde y frondosa. Si seguimos un camino por encima de esa hierba lo más probable es que no ocurra nada, volverá a levantarse y recuperará su forma casi de manera inmediata. Sin embargo, si realizamos ese recorrido unas cuantas veces más terminaremos por formar un camino sin hierba y será el que tomemos cuando querramos pasear por ese jardín la próxima vez.



En nuestro cerebro ocurre algo similar. Cómo nos enfrentamos a una determinada situación puede generar unas conexiones neuronales, que dependiendo de factores como el nivel emocional de ese momento, serán más o menos fuertes. Una vez establecidas esas conexiones el sistema tendrá un "camino" por el que pasar en situaciones semejantes futuras, la respuesta se dispara cada vez más rápida y automáticamente, lo que a su vez hará que se refuercen cada vez más, conviertiéndose finalmente en una autopista de 4 carriles.

Podemos reconocernos en esto pensando en ciertas actitudes, maneras de pensar, de actuar o de sentir. A menudo es difícil recordar la primera experiencia que generó ese camino que tomamos, pero cuanto más antigua sea más resistente será.

¿Cuántas veces vemos emociones en nosotros que no entendemos o que no nos gustan, pero que se disparan automáticamente?


No obstante, existe algo llamado "labilidad neuronal", es decir, todo es susceptible de ser modificado, si primero podemos acceder a esa red neuronal y después aplicamos las pautas correctas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario